Las necesidades de la empresa es una causal de despido por la cual el empleador decide poner término al contrato de trabajo por razones que deben ser objetivas, permanentes, no transitorias o subsanables. Esas causales tienen que ser externas al trabajador.
Al momento de aplicar esta causal hay que tener presente que el despido siempre debe ser la última posibilidad de la empresa ya que se deja sin trabajo ni sustento diario a una persona.
Coma ya señalamos, resulta fundamental para su procedencia que se cumpla con las siguientes condiciones:
- Esta causal es objetiva, es decir que debe estar unida a hechos que no dependen de la sola voluntad unilateral y discrecional del empleador, por cuanto el despido debe fundarse en hechos objetivos, externos o ajenos.
- Debe ser ajena a la conducta contractual o personal del trabajador.
- Los hechos que la motivan deben ser graves, es decir, deben justificar suficientemente la separación del trabajador.
- Los hechos que motivan la separación deben ser permanentes, es decir, no deben ser transitorios o subsanables.
Esos hechos externos que permiten el despido por necesidades de la empresa son los siguientes:
- Cambios en las condiciones del mercado o la economía: Son todos los factores externos del mercado y la economía de un país o sector, que afectan a una empresa, y que, por estos factores, la empresa necesita despedir a una o más personas para seguir subsistiendo.
- Baja en la productividad de la empresa. Por factores externos como aumentos de costos de materia prima o llegada de competidores la empresa ya no está produciendo lo mismo.
- Procesos de modernización y racionalización. Esta ocurre cuando por un proceso de modernización de trabajo, es necesario reducir el personal (reemplazo de cajeros de supermercados por máquinas).
También es necesario aclarar que el despido por necesidades de la empresa debe cumplir con las mismas formalidades de todo despido, es decir, se debe enviar una carta al trabajador indicando claramente los hechos en que se basa. Esos hechos deben ser explicados detalladamente, no basta con señalar bajas de producción, sino que se debe informar en que consistió dicha baja.
Esa carta debe ser enviada con 30 días de anticipación o al momento mismo del despido. En este último caso, se debe pagar una indemnización sustitutiva de aviso previo.
Finalmente hay que tener presente que si se despide a un trabajador por necesidades de la empresa se debe pagar un mes de remuneración por cada año trabajado y en caso de que un juez determine que no se cumplen con los requisitos legales que describimos antes, esa indemnización se debe incrementar en un 30%.