Sabemos la importancia que tiene medir el potencial de las personas dentro de la gestión de talento. Pero, cómo medirlo?
Solemos hablar de que la conducta observada en el pasado es un indicador de la conducta a futuro, pero, ¿cómo hacerlo si la persona aún no ha ocupado determinado rol? J. Intagliata, J. Sturman y S. Kincaid (ghSMART) desarrollaron un modelo que habla de tres componentes fundamentales en la medición de potencial: capacidad intelectual, motivación y coeficiente emocional. Éstos medidos en su conjunto darían cuenta del potencial de una persona.
El desafío entonces es poder incorporar conductas observables en el rol actual que pesquisen estas variables a modo de realizar la evaluación de potencial.
¿Cómo lo realizas tú con tu equipo? ¿Coincides con esta mirada?
