Actividad física para disminuir la ansiedad o estrés en el trabajo

Actividad física para disminuir la ansiedad o estrés en el trabajo
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¿Te ha pasado alguna vez que, has quedado atrapado/a en las presiones y actividades de la vida cotidiana y perdiste de vista tu trabajo más importante: cuidarte?

 

Nuestras vidas están llenas de una larga lista de factores estresantes. La cultura del trabajo, en algunas ocasiones, nos enseña a trabajar como si no hubiera mañana, incluso cuando nuestra salud física nos dice que dejemos de hacerlo.

 

La presión de hacer, hacer y hacer, se agrava por las tensiones inminentes de mantenernos al día con las finanzas personales. Sin embargo, sin herramientas y recursos adecuados para nuestro bienestar mental y físico, es probable que nos sintamos agotados y abrumados por la ansiedad; y que esto, influya en nuestro rendimiento laboral.

 

 ¿En qué arte de tu lista está enumerado el ejercicio o actividad física? ¿Ya sea caminar, trotar, hacer yoga u otro?

 

Generalmente, el ejercicio no suele estar en la parte superior de la lista de tareas pendientes cuando estamos estresamos o sentimos ansiedad.

 

Especialmente, si se trata de un nuevo hábito, puede sentirse más como un “debería” o “tengo que…” en lugar de un “quiero”. Y la verdad, es que otra obligación, en ese estado, es lo último que necesitamos.

 

Sin embargo, el ejercicio o actividad física regular, es una de las herramientas más accesibles para mejorar la salud en general. Si actualmente, tienes dificultades para concentrarte, conciliar el sueño, presentas dolores y molestias corporales, pensamientos intrusivos difíciles de controlar para ti; si piensas demasiado o te encuentras fatigado/a mental o físicamente, te recomiendo seguir leyendo este artículo.

 

El CDC (Centers for disease Control and Prevention) recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada cinco días a la semana, para ver beneficios positivos para la salud. Sin embargo, gran parte de nuestra población, no tiene incorporado estos hábitos y es muy triste.

 

Cuando realizamos ejercicio físico moderado, se estimula nuestro cerebro. Esto quiere decir que, los neurotransmisores envían mensajes al cuerpo para aumentar la circulación sanguínea, incrementando también la actividad de nuestro sistema límbico, que regula la motivación y el estado de ánimo.

 

Cuando nos ejercitamos, las hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol se reducen. A medida que nuestras hormonas del estrés disminuyen, la producción de "hormonas felices" como las endorfinas y la serotonina aumenta ¡y sin duda, nos sentimos mejor!

 

Puede que muchas veces te dijiste a ti mismo/a “el lunes empiezo a hacer ejercicio”, y así, han pasado varios lunes o al menos, varios intentos, sin perseverar.

 

¿Cómo poder cambiar esa situación?

 

Comenzar a pensar a realizar actividad física de manera regular es solo el primer paso.

 

Desde la experiencia personal y como Coach Integrativo, te comento algunos consejos que podrían ayudarte:

 

  1. Establece tu meta ¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Mejorar tu calidad de vida? ¿Cómo sería mejorar tu calidad de vida? ¿Cómo te vas a dar cuenta que mejora tu calidad de vida? ¿Qué te va a indicar que lograste mejorar tu calidad de vida?

 

  1. Establece para ti, objetivos claros, alcanzables, medibles y realistas. No esperes hacer actividad física toda la semana de una vez, subir el cerro, andar en bicicleta, hacer zumba y otras cosas y empezar de una vez “con todo”, si en realidad, no es parte de tus hábitos – aún – el hacer actividad física.

Empieza de forma escalable y según tus capacidades. Por ejemplo, si tu meta es mejorar tu calidad y disminuir la sensación de estrés o ansiedad, plantea objetivos que te ayudarán a lograrlo. Eso quiere decir que, busques en tu agenda el espacio adecuado en el que te harás esa actividad física, define la actividad que vas a realizar, el tiempo en que la ejecutarás, el espacio que utilizarás, qué harás antes y qué harás después. Por ejemplo: hacer clases de yoga para principiantes 3 veces a la semana, a las 9.00 am. Día lunes, miércoles y jueves, en el living de mi casa. Antes de eso, haré …… y después de hacer yoga, haré…

 

Este punto, implica también, revisar si cuentas con los recursos necesarios para realizar la actividad física que deseas. Prepárate para la situación, no dejes nada al azar, para mantener tu motivación y principalmente, tu disciplina.

 

  1. Busca un partner, amigo o entrenador, si puedes y quieres. También puedes coordinarte con tu pareja para salir a caminar, a trotar o acompañarse. Esto aporta a un nuevo nivel de motivación y compromiso con los entrenamientos. Pero OJO! Que el compromiso parte por ti y para ti, primero.

Hagas lo que hagas, revisa tu concepción y creencias sobre la actividad física. Actualmente, ¿lo percibes como una obligación o un beneficio para ti?

 

Encuentra una actividad que disfrutes, varía en esas actividades si lo necesitas y haz que se vuelva parte de tu rutina. Cualquier actividad física que te ayude a relajarte, se convertirá en un gran aliado para tu vida personal y laboral.

 

Comparte con nosotros tus experiencias sobre la actividad física y cómo te ha ayudado - o ayudará - a disminuir el estrés o ansiedad en tu trabajo 😊

 

¡Un abrazo!

 


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