Las empresas se enfrentan constantemente a grandes cambios lo que les permite prosperar en el tiempo. A medida que la organización crece es natural y necesario contar con herramientas que les faciliten poner en marcha estrategias que incentiven el crecimiento.
Cuando llegas al punto de saber que debes innovar y mejorar ¿cómo lo llevas a cabo? Es posible por medio de la planificación, ya que gestionas para cambiar aspectos dentro del negocio y gestionas para reaccionar ante cambios externos como los comportamientos del mercado, la fluctuación de los precios entre otros. Esta planificación entonces está ligada directamente a la gestión del cambio y la forma en la que lo implementas.
¿Qué es la gestión del cambio y su relación con la tecnología?
La gestión del cambio es el proceso con el cual se implementan los cambios dentro de una organización pensados para el mejoramiento de cada uno de los procesos de la empresa.
Cuando apuestas por una gestión del cambio debes tomar consciencia que muchos factores intervienen dentro del proceso. Antes de implementar cambios debes considerar por ejemplo:
- ¿Qué impacto puede causar en mi organización?
- ¿Cómo pueden reaccionar mis colaboradores?
- ¿Cómo puede hacer partícipe a toda la organización?
Debemos considerar que se trata de un proceso con un enfoque totalmente sistemático que nos permite transformar las metas dentro de la empresa. El objetivo de la gestión del cambio es implementar aquellas estrategias que nos permiten controlar el cambio cualquiera que sea y con ella ayudar a que los colaboradores se adapten a estos.
Estas estrategias pensadas para la implementación siempre deben basarse en un proceso estructurado donde se cuente con los mecanismos adecuados para responder a las necesidades que se vayan presentando con el fin de darles solución y seguimiento.
La eficacia de los procesos de la gestión de cambio siempre deben estar sujetos a la contingencia y saber cómo, cuándo y dónde realizar los ajustes a los procesos, los sistemas y las comunicaciones con los colaboradores.
¿Qué tipos de cambios obtenemos con esa gestión? Dentro de la organización podemos presentar o experimentar algunos de los siguientes:
- Organizativos: todos aquellos que permitan el mejoramiento de los procesos y formas en las que se llevan a cabo las actividades.
- Transitorios: aquellos que momentáneamente alejan a la empresa de sus objetivos actuales pero que por medio de la tecnología o las herramientas necesarias es posible corregir.
- Transformador: aquellos que influyen de forma radical y fundamental dentro de la cultura organizacional.
La gestión del cambio es un proceso importante ya que permite que aumente el éxito en los procesos, en los proyectos e iniciativas con el fin de mejorar y ayudar en la adaptación de forma más rápida y eficiente.
La gestión permite también estandarizar de forma eficiente el trabajo que se asigna y la gestión de las actividades de cada persona dentro de la organización, esto a su vez resulta positivo porque ayuda a identificar nuevas necesidades en cuanto a los roles, ajuste de horarios y hasta mejoras en la cultura de la empresa.
Desafíos en la implementación de la gestión del cambio
Hablar sobre la gestión del cambio es también considerar los desafíos que conlleva el poner en práctica este proceso. En un principio estos pueden parecer muy desalentadores o complicados, generalmente porque se relacionan con el uso de tecnología y su adopción dentro de la organización.
Estos desafíos pueden agruparse de la siguiente manera:
- Cultura organizacional: se centran en la adopción de nuevas herramientas que modifican las formas de hacer las cosas y que cambian de alguna manera los procesos que siempre se han llevado a cabo. Este desafío puede o no ser complicado para los colaboradores y es allí donde la comunicación es clave para que cada persona pueda involucrarse.
- Resistencia al cambio: es común y natural que muchas personas dentro de la organización se resistan a los cambios que se pueden presentar. Adoptar otra tecnología dentro de su área, realizar otros procesos entre otros aspectos pueden conllevar que las personas no deseen colaborar o formar parte. Como lo indicamos anteriormente lo más importante es tener una buena comunicación e involucrar a todas las partes dentro del proceso.
- Tecnología: cuando se implementan nuevas tecnologías, es posible que el ritmo y flujo de trabajo de nuestros colaboradores se vea interrumpido o afectado. Para que esto no sea un problema y se cree resistencia por parte del trabajador, es importante planificar con tiempo y capacitar desde una forma temprana con el fin de evitar complicaciones.
- Decisiones: otro desafío es la capacidad de decir qué hacer y cómo hacerlo. Es importante que el plan de gestión para el cambio se realice con anticipación y que tenga la participación de la mayor cantidad posible de personas con el fin de que el proceso sea bien aceptado y aplicado con éxito.
Es importante considerar que estos aspectos no pasan de la noche a la mañana y que siempre existirán problemáticas que requieran de ajustes.